Tres meses después de su inauguración podemos decir que el Mercado de San Ildefonso ha superado con éxito sus pruebas de rodaje y se ha colocado en la pole position del circuito de mercados gourmet de Madrid. Pero el de San Ildefonso prefiere no entrar en el saco de los “mercados modernos”, y se posiciona como “un nuevo concepto de ocio en torno la disfrute y la socialización en torno a la gastronomía” que se mira en el espejo de los Street food markets de Londres, Singapour o Nueva York.
La primera peculiaridad del Mercado de San Ildefonso es que no se encuentra en la plaza de San Ildefonso, donde en los años setenta se levantaba un edificio modernista que albergaba el mercado homónimo y que más tarde fue derribado. El nuevo centro gastronómico se inauguró el pasado mes de junio en el número 57 de la bulliciosa calle Fuencarral.
En el Mercado de San Ildefonso no hay coloridas cajas de hortalizas, ni piezas frescas para cocinar en el hogar. Su oferta se basa principalmente en el producto manufacturado y algunos en estado puro, pero siempre listos para tomar en el establecimiento o mientras se sigue el rumbo por la calle principal. Todo ello con el objetivo de ser un break en la jornada de compras, un punto de encuentro en horario after work, una alternativa al aperitivo o una parada estratégica para vecinos, turistas y asiduos entre Malasaña, Chueca y Tribunal.
[leermas]
La oferta gastronómica del Mercado se materializa en 18 puestos de comida y tres barras de bebidas repartidas en una superficie de 500 m2 organizados en tres alturas. No dejan cabo suelto, aquí hay para todos los gustos. Desde los embutidos de Arturo Sánchez, que sirve bocadillos y conos, al puesto de cafés de Cultura Café, donde en el mismo puesto podrás acompañarlo de crepes caseros hechos al momento.
Uno de los platos fuertes es la Cheese Tavern a cargo de los chicos de Poncelet (también Cheese Bar, en la calle José Abascal). Este puesto significa un nuevo concepto de negocio, sostenido sobre el gusto por el mantenimiento de la más selecta oferta gastronómica quesera, y ambientado en un marco moderno que está inspirado en el pequeño comercio tradicional. La Brochette se encarga de llevar a tu boca productos ensartados con distintas carnes, vegetales y aliños, todo sazonado con las mejores especias. Y Gancho y Directo, la famosa hamburguesería del centro comercial Zoco de Pozuelo, ha decidido que todo Madrid pruebe sus increíbles hamburguesas con este puesto en pleno mercado de San Ildefonso.
Puestos de croquetas, gambas, huevos en todas sus modalidades y mariscos van completando este innovador concepto de mercado.
En cuanto a los espacios de esparcimiento, encontramos dos terrazas. Una de ellas cuenta con plataformas de madera y dos paredes de muro envejecido, que contribuyen a dar un aire desenfadado e informal al espacio. Aunque el rincón más cotizado por el público es un paseíllo de la segunda planta, diseñado para ver y ser visto.
El Grupo Nivel 29, promotora de extensa experiencia en el desarrollo de negocios inmobiliarios y comerciales, es la responsable de este proyecto, para el que ha contado con el asesoramiento de Cousi Interiorismo. A esta firma se debe la inteligente distribución y acertado look industrial del mercado: techo de vigas metálicas y tuberías vistas, mobiliario de la Feria de Arte Antiguo de París, neones, paredes recubiertas de poliuretano en el patio y un gran árbol de ocho metros de altura realizado en cuerda que preside la planta principal. Un figura esta última que ya es todo un icono del mercado, un street market vanguardista y madrileño.